Cascada de Mojonavalle

Estos días en los que la lluvia ha dejado paso al sol y al tiempo más primaveral tenemos la oportunidad de disfrutar del agua en todo su esplendor, en este caso de Las Cascadas de Mojonavalle. Los ríos están en su máximo apogeo en años y el campo está verde como hacía varias primaveras que no lo podíamos disfrutar.

Hoy os recomendamos una ruta familiar para hacer con niños, prácticamente de cualquier edad, ya que parte de ella se puede realizar con carrito de niños (es una pista y un camino ancho, aunque siempre estamos hablando de caminos de tierra).

La cascada de Mojonavalle, del arroyo Sestil del Maillo,  cae hacia la cara norte de la sierra y es la más alta que se encuentra en la Comunidad de Madrid con sus casi 40 metros de altura. Su visita es muy agradable y nos permite ver algunas de las especies arbóreas más emblemáticas de la Sierra de Guadarrama y dos árboles singulares catalogados.

Partiremos desde el Puerto de Canencia, a donde podemos acceder por Miraflores de la Sierra tardando una hora desde el centro de Madrid. Por la tarde podremos disfrutar del pueblo de Miraflores de la Sierra que tiene un enclave privilegiado y unas calles ideales para un pequeño paseo vespertino.

Desde el parking emprenderemos el recorrido por una pista forestal bien marcada que tiene un cartel nada más empezar sobre la ruta ciclista y una barrera para coches unos 100 metros más adelante. La primera parte del camino y como bosque de fondo tendremos siempre el Pino silvestre o Pino de Valsain (Pinus sylvestris).

A unos 10 minutos del parking a mano derecha tenemos un pequeño mirador desde el cual podemos ver toda la zona norte del Puerto de Canencia, hacia el pueblo del mismo nombre y Valle del Lozoya.

Siguiendo la pista nos encontramos con un antiguo albergue que se encuentra cerrado y en el cual nos desviaremos para comenzar la marcada como “senda ecológica de Canencia”. El camino se hace mucho más estrecho y llegamos a la zona de sombras y ya brevemente llegamos a la Cascada de Mojonavalle.

Esta cascada se encuentra entre las más altas de la Sierra de Guadarrama y es sin duda un espectáculo. Pertenece al arroyo del Maillo.

Tenemos dos opciones para continuar el camino, seguir por el camino o ir junto al arroyo. En el primer caso en el primer cruce giraremos hacia mano izquierda y en el segundo seguiremos el arroyo rio abajo y las múltiples cascadas que salen a nuestro paso. Este último no tiene una senda muy marcada pero es relativamente fácil de seguir.

Cruzaremos el puente que nos deja en la orilla izquierda y comenzaremos a ver roble melojo (Quercus pyrenaica) y algún que otro acebo (ilex aquifolium) hasta llegar a un acebo centenario que está catalogado como árbol singular.

Este árbol ya se encuentra muy cerca del cruce con la carretera. Sin cruzarla nos dirigimos pegados a la misma por un camino hacia el árbol más impresionante que vamos a encontrar en el recorrido, un tejo con más de 500 años de antigüedad. Este tejo (taxus baccata) está también catalogado como árbol singular de la Comunidad de Madrid.

Desde aquí el camino nos lleva hacia la carretera la cual cruzamos y seguimos dejándola a la izquierda para llegar a otra de las zonas más bonitas del recorrido, el abedular de Canencia. El abedul (betula pendula) es una especie de hoja caduca que prefiere suelos frescos y que solía utilizarse en los bordes de las carreteras porque su tronco es fácilmente visible.

Ya desde aquí solo nos queda llegar de nuevo al parking por un camino que discurre paralelo a la carretera.

Después de la excursión tenemos la posibilidad de visitar los pueblos de Canencia o de Miraflores de la Sierra que se encuentran entre los más bonitos de la Sierra de Guadarrama.

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