Te contamos un viaje espectacular que hemos realizado ascensiones en el Valle de Nuria. Ascensiones al Bastiments y al Puigmal y una visita al valle del Balandrau. Cinco días completos en plena montaña catalana.
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Índice de contenidos Raquetas de Nieve en el Valle de Nuria
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Diario:
Viaje al Valle de Nuria.
Un largo viaje nos espera, Madrid, Zaragoza, Lérida, Vic y por fin, Ripoll. Nuestro alojamiento, Turisme la Canal es una encantadora Masía en el monte, a 5 kilómetros de la población más cercana y que se encuentra rodeada de naturaleza en estado puro. Lourdes y su marido nos atendieron perfectamente; un desayuno completo servido a la hora que necesitábamos y una cena completa para reponer energía. La lumbre frente a la cual contamos nuestras historias del día es genial para pasar la velada.
Ascensión al Pico Bastiments 2888m
Madrugamos bastante para recorrer el valle del rio Ter desde Ripoll hasta el último punto donde se puede dejar el coche, la estación de Valter 2000. Desde aquí y rodeándola nos situamos justo debajo de las grandes cumbres del macizo, el Gra y Petit de Fajol, dos montañas que nos presentan un aspecto frio en su cara norte.
La nieve es muy buena y con las raquetas de nieve avanzamos hasta la subida final al collado de la Marrana, que con 2529 nos deja muy cerca de la cumbre. Un pequeño descanso y seguimos ya con la última pala, la cual nos cuesta más de lo que parecía. La cumbre nos espera, unas vistas impresionantes tanto hacia el este, como hacia el oeste. Una ascensión fabulosa con raquetas de nieve.
La bajada la realizamos tranquilamente aunque nos cuesta bastante. Como es pronto, nos disponemos a disfrutar de una merecida comida en el Molí, en Setcases, un lugar acogedor y donde nos sirvieron perfectamente, a pesar de que ya era bastante tarde. ¡No dejéis de probar su carne!
Después de comer, emprendemos el regreso a nuestro alojamiento, donde nos espera una cena muy completa y una buena sobremesa.
El Valle del Balandrau y Collado dels Tres Pics
Este valle, perdido de todos los demás, nos depara un día tranquilo, en el que cogeremos fuerzas para nuestro gran objetivo del viaje. Desde el pueblo de Tregura de Dalt sale una pista forestal, muy bien pisada y apta para todo tipo de coches que nos lleva hasta donde ese año permita la nieve. En nuestro caso nos dejo a un kilometro y medio de la Font Freda. En este punto, la pista se desvía hacia el Collado dels Tres Pics, la ruta normal para subir al Balandrau. En nuestro caso solo ascendimos al collado, desde donde se puede admirar el valle de la Coma de Freser y de la Coma de Vaca. En su intersección se encuentra el refugio de Coma de Vaca. Al fondo también alcanzamos a ver nuestro pico de ayer, el Bastiments.
La bajada se hace muy rápido y aunque había nieve casi todo el camino, no nos hemos puesto las raquetas.
Como de costumbre aprovechamos para conocer la gastronomía de la zona y comemos en la Fonda Riga. Sin duda una gran elección y con un servicio muy bueno. Hay como nos gustan los caracoles!!
Vuelta y descanso en nuestro alojamiento.
Ascensión al Puigmal 2910m
El Puigmal es una de las montañas más representativas del pirineismo catalán. Es una montaña asequible, pero con una gran historia y sin duda una gran belleza. En este caso hemos elegido ascenderla con raquetas desde Nuria.
Madrugamos más que ningún día para coger el tren de Nuria en Ribes de Freser, donde llegamos sobre las 9:15 y nos ponemos de camino. Nos calzamos las raquetas desde el principio y no nos las quitaremos hasta que volvamos. La primera parte de la ascensión es sencilla y recorre el barranco de Finestrelles, para meternos en el barranco del Embut, donde pasamos junto al Forat del Embut, un lugar donde desaparece parte del agua. Esta parte de la ascensión es preciosa y nos rodean unas pocas cascadas heladas a los lados.
Desde el barranco salimos ya a las grandes campas de nieve que nos dan acceso al Puigmal. La última parte se hace bastante dura ya que parece que nunca termina, pero finalmente llegamos a la cumbre. Nos ha costado bastante, pero al final Ramón, Juana, Antonio y yo hemos llegado. Arriba las vistas son impresionantes y disfrutamos durante un rato del buen tiempo.
La bajada se hace muy larga, ya que estamos bastante cansados, pero al final llegamos a Nuria sin problema 
y cogemos el tren de vuelta. Para celebrarlo un pastel en Ribes de Freser y una buena botella de vino en la cena.
Regreso a Madrid
Estamos bastante lejos de casa, así que visitamos Ripoll y el monasterio después de levantarnos tarde y disfrutar, por un día, del desayuno que nos preparan nuestros anfitriones.
Un viaje completo en el que hemos disfrutado de 4 días de excelente tiempo y unas montañas que no muchas veces podemos, ya que se encuentran bastante lejos de Madrid.
¿Has hecho ya esta ruta o está en tu lista de deseos? ¡Cuéntanoslo!
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