Por Jaime Moreno
«A pesar de las previsiones de lluvia y frío que había para el puente del Primero de Mayo en el Pirineo aragonés, nosotros decidimos emprender el viaje a Benasque. Y la recompensa fue tres días de senderismo espectaculares… ¡Quien no arriesga no gana!
El sábado amaneció con algo de lluvia fina, que cesó rápidamente y poco a poco fue dando paso a un cielo claro y azul. Justamente acabó de abrir cuando llegamos al ibonet de Batisielles tras haber recorrido el inicio del valle de Estós. La idea era ir hasta el ibon Gran, pero la cantidad de nieve húmeda que nos hacía hundirnos hasta la cadera nos hizo regresar al ibonet y disfrutar de un merecido descanso y algo de comer al sol primaveral con vistas a las Tucas de Ixeia.
El domingo fue un día de mucho mucho viento y nieve fina que caía constantemente. Por ello decidimos hacer una excursión en cotas más bajas. Así que enfilamos la Aigüeta de la Bal hasta las cascadas de su parte superior. Tras descender a Eriste, regresamos a Sahún por el camino tradicional que une estas dos poblaciones, no sin antes pasar por el santuario de Guayente.
Y el lunes antes de regresar a Madrid subimos por el valle de Remuñe hasta la Pleta dels Capellans pisando nieve y disfrutando de las vistas del pico de Alba, las Tucas de Paderna y las Fitas del pintrat. ¡Disfrutamos tanto que hasta hicimos una guerra de bolas de nieve!
¡Y claro! De regrseo… ¡Parada obligatoria en Siétamo a comer rico rico!»
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