Le contamos hoy un gran viaje de Senderismo por picos de Europa que no olvidaremos y donde conocimos el corazón de la cordillera cantábrica a través de los diferentes senderos, pistas y veredas.
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Senderismo por Picos de Europa
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Diario del Viaje
Desde Madrid salimos tres compañeros y yo. Tras recoger a parte del resto del equipo en Burgos, nos dirigimos hacia Oyambre, donde tras encontrarnos con el último compañero, haríamos un recorrido por la reserva natural que existe en este lugar, recorriendo sus rías, playas, dunas y fangales. Luego otro ratín de viaje hasta nuestro hotel en Cangas de Onís.
Al día siguiente, 26 de julio, y para empezar con fuerza, ascendimos al pico Samelar desde Sotres, pasando por el casetón de Andara y sus antiguas minas. La niebla y el orbayu nos acompañaros en la primera parte de la ascensión, pero ya al llegar al casetón, pasamos por encima de las nubes y pudimos disfrutar de unas vistas inigualables y de una comida en el Collado de San Carlos que supo a gloria.
Luego de bajada, y antes de continuar hasta Cangas, hicimos parada obligatoria en Arenas de Cabrales para hacer un recorrido por una de las cuevas donde curan su famoso queso, probarlo y disfrutar de unos amenos audiovisuales que nos pusieron al día de la tradición y la elaboración de tan apreciado manjar.
Para no hacer tanto desnivel y que las piernas descansaran un poco, nuestra siguiente excursión discurrió por la siempre espectacular garganta del Cares. A pesar de los 24 km de ida y vuelta que nos merendamos, al ser una ruta casi llana en su totalidad, se hizo llevadera. A pesar de todo, de regreso en el hotel dimos buena cuenta de su piscina con chorros de masaje y sus jacuzzi para relajar el cuerpo y refrescarnos del calor.
Las piernas amanecieron cansadas el cuarto día, así que el grupo decidió cambiar la excursión programada por un descenso del Sella en piragua. Así que después de desayunar dimos un agradable paseo por el camino real de Covadonga, aprovechando que pasaba muy cerquita del hotel, recorriendo unos kilómetros entre bosques, prados y casas típicas.
Tras el descenso en piragua, nos encontramos en Arriondas y comimos una buena fabada en Cangas, para luego visitar el pueblo y aprovechar la tarde visitando su puente y su centro histórico.
El picu Urriellu nos esperaba en nuestra penúltima jornada, así que tras superar los 1100m de desnivel que separan los
invernales del Texu del refugio Vega de Urriellu (que costó lo suyo), pudimos disfrutar de este gigante de piedra. Más concretamente de sus caras Norte y Oeste, que son las que vemos en la aproximación y desde el refugio. Sencillamente espectacular…
Para celebrar este día y la casi despedida de nuestro viaje, esa noche cenamos en una llagar típico, donde pudimos degustar los platos más típicos de la cocina de Cangas de Onís y, como no, su omnipresente sidra. Un lujo!!!!
Antes de poner rumbo de regreso, intentamos la ascensión al pico Mofrechu el último día. Pero la niebla y la lluvia no nos perdonaron ese día y hubo que abortar misión en unas majadas antes de las últimas y fuertes, aunque cortas, subidas a la cumbre. Aún así disfrutamos de un inigualable entorno de montes, valles y verde por doquier… Ye Asturies!!!
¿Qué te ha parecido nuestro viaje, te animarías a hacerlo?
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